Una mujer que se crió en una familia ortodoxa judía regresa a su hogar con motivo de la muerte de su padre rabino. La controversia no tardará en aparecer cuando ella comienza a mostrar interés por una vieja amiga del colegio. Este es el argumento con el que se presenta Disobedience, una película aclamada de forma unánime por la crítica y que ha conseguido estar en boca de medio mundo por una escena sexual absolutamente brutal.
Son dos actrices fuera de lo normal, lo que queda de manifiesto en cada uno de sus papeles. Esa pasión interpretativa que siempre lucen queda de manifiesto en una escena de una potencia desmedida. De hecho, se trata de una de las secuencias sexuales más magníficas de la historia del cine. Sin embargo, el contexto ha provocado críticas desde algunos sectores, lo que ambas mujeres no están dispuestas a aceptar.
Tanto Rachel Weisz como Rachel McAdams se han visto obligadas a defender la escena en cuestión, justo después de que la cinta aterrice en los cines americanos. Y es que ya sabemos como son de puristas con el sexo al otro lado del Atlántico. En cualquier caso, ambas mujeres tienen claro que es una experiencia creativa sensacional y parte imprescindible de una historia magnífica.