8. Vida Loca: Una familia desestructurada en la que sus progenitores, divorciados desde hace tres años y con vidas sentimentales muy dispares, emprenden una nueva etapa en San Sebastián junto a sus hijos, sus nuevas parejas y la presencia constante de sus “ex”. Corría el año 2011 y tocaba marcarse una versión de Modern Family. Lo que pasa es que poco o nada había de la audacia y mordacidad de la serie americana. La ficción duraba 20 capítulos, pero porque solo duraba 25 minutos.
7. Aquí paz y después gloria: Antonio Resines y Antonio Molero parecían llamados a marcarse una serie no demasiado buena, pero capaz de congregar a millones de espectadores con cada episodio. Lo que pasa es que el público ya había tenido suficiente ración de Diego Serrano y Fiti, por lo que el hecho de ponerles una sotana y lanzarlos al prime time de Telecinco no fue suficiente. Lo que parecía una apuesta segura terminaba después de 4 capítulos en antena.
6. Dreamland: Siempre un paso por detrás de las tendencias en el resto del mundo, la televisión patria daba la bienvenida a Dreamland en el año 2014. Gran campaña promocional y gran leche. Dreamland es una escuela de baile y música que está a punto de cerrar las listas con los alumnos admitidos para el nuevo curso. Las esperanzas y los sueños de los cientos de aspirantes que se presentaron a las pruebas de acceso a una de las más prestigiosas academias de España están a punto de hacerse realidad o de estallar en mil pedazos. Horas y horas de ensayos, esfuerzos, luchas personales y sacrificios profesionales que pueden terminar en fracaso.
5. Bienvenidos al Lolita: Un auténtico desperdicio de reparto. Roberto Alamo, Beatriz Carvajal, Natalia Verbeke o Carlos Santos eran sólo algunos de los impresionantes nombres que aparecían en los títulos de crédito. Desgraciadamente, la historia centrada en esa sala de espectáculos llamada Lolita Cabaret despertaba escasa atención. Su pobre calidad y sus horribles datos de audiencia terminaban condenándola a la cancelación tras 8 episodios.