Carla Simón es una mujer que acaba de hacer su primer largometraje y, muy probablemente, el mejor de cuantos se han estrenado en nuestro país en los últimos años. Mejor Ópera Prima y Gran Premio del Jurado Int. en el Festival de Berlin y un puñado de Goyas acreditan a este descomunal trabajo. Decir que estamos ante una cinta brillante se antoja quedarse cortos, ya que la humanidad y la sutileza del filme no admite comparación. Frida (Laia Artigas), una niña de seis años, afronta el primer verano de su vida con su nueva familia adoptiva tras la muerte de su madre. Lejos de su entorno cercano, en pleno campo, la niña deberá adaptarse a su nueva vida.
Verano 1993 es una de esas maravillas imprescindibles de nuestro cine. Directa al corazón se lanza una película cuya honestidad nos hace sentir pequeños. Descomunal película que, desde este próximo fin de semana, podrán disfrutar en suelo americano. El filme ya prepara su puesta de largo al otro lado del charco, lo que hará después de haber conquistado de forma unánime a la prensa especializada. Y es que un 100% de valoraciones positivas en Rotten Tomatoes son la mejor carta de presentación posible.
Obviamente, Verano 1993 no se estrenara en 3.000 salas, pero seguro que el boca-oreja ayuda a que su efecto vaya multiplicándose en Estados Unidos.