La mala baba de este tipo parece no tener límites. Efectivamente, Ryan Reynolds y su Deadpool pueden alcanzar niveles de gamberrismo inimaginables. El sensacional actor ha encontrado en el personaje una auténtica mina de oro para desatar su humor, lo que volvía a quedar de manifiesto en Deadpool 2.
Efectivamente, a Wade Wilson no le temblaba el pulso incluso para mofarse de la trayectoria profesional del propio Ryan Reynolds en una escena post-créditos que, muy probablemente, sea la mejor de cuantas hemos visto jamás. Sin embargo, el colofón final pudo ser todavía mejor de haber llegado a buen puerto los planes de Reynolds.
Después de mofarse sin rubor de sus grandes pifias profesionales, Ryan Reynolds quería hacer lo propio con otro compañero que, pese a estar brillando a lo grande en el cine de superhéroes, tuvo una primera experiencia bastante regularcilla. Ni más ni menos que Chris Evans tenía que irrumpir en el casting para los X-Force dando vida a la Antorcha Humana de Los 4 Fantásticos. Lástima que la cosa no llegó a buen puerto.