Increíble lo que está pasando con El gran showman. A finales del pasado año, la cinta protagonizada por Hugh Jackman, Zack Efron y Michelle Williams se plantaba en los cines de todo el mundo llena de colorido y música. El filme no era ningún desastre creativo y tampoco fracasó en taquilla, pero podría decirse que fue una película más bien relevante. De ahí la sorpresa al descubrir que, con el paso de los meses, ha ido convirtiéndose en un fenómeno absoluto.
La cinta nos acercaba a la figura de Phineas Taylor Barnum (1810-1891), un empresario circense estadounidense, fundador del “Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus” conocido como “el mayor espectáculo en la tierra”. El caldo de cultivo ideal para que Jackman y compañía desarrollasen su inconmensurable talento. Algo que ha necesitado su tiempo para calar.
Canciones que no gustaban demasiado lo están petando a lo bestia. De igual manera, lo que se interpretó como una película empalagosa y algo hortera ha ido mutando en encanto para legiones de fans que no hacen más que crecer. Una auténtica locura.
Efectivamente, lo que ocurría con El gran showman es de ese tipo de cosas que a veces les ocurre a las películas tras muchos años. Sin embargo esta vez ha hecho falta muy poco. El gran showman es uno de los fenómenos más extraños jamás vistos en la historia del séptimo arte.