Siempre fue uno de esos tipos empeñados en ir un paso más allá. Stanley Kubrick es, sin lugar a dudas, uno de los mejores directores de la historia del cine. Un grande al que perdíamos en 1999, dejando incontables preguntas sin responder tras de sí.
Una de las grandes dudas del cine de Stanley Kubrick se relaciona, cómo no, con el final de 2001: Una odisea en el espacio. Dave a través del tiempo, un nuevo monolito, el feto con el bebé… Todo forma parte de un último acto que ha generado incontables debates a lo largo de todo este tiempo y que, gracias a una entrevista concedida hace años por el propio Stanley Kubrick, ahora puede ser explicado. Y es que la entrevista telefónica concedida por el director para un documental japonés sobre fenómenos paranormales (querían saber si había ocurrido alguno en El Resplandor) había permanecido oculta hasta ahora. En el minuto 49:30 están todas las respuestas.
“Nunca he querido hacer esto desde el estreno de la película. Cuando se desvela, las ideas suenan estúpidas. Sin embargo, si son dramatizadas uno las siente. Lo intentaré en cualquier caso..Se suponía que la idea era que Dave era atrapado por unos entes como dioses, criaturas de energía e inteligencia que no tienen presencia o forma. Lo ponen en una especie de un zoo humano, para estudiarlo, y toda su vida pasa desde entonces en esa habitación, donde no tiene sentido del tiempo. Parece simplemente que pasa como lo hace en el film (…). Al acabar con él, es transformado en un ser superior y es enviado otra vez a la Tierra, convertido en una suerte de superhombre. A partir de ahí sólo podemos suponer lo que ocurre cuando regresa. Es el patrón habitual de muchas mitologías y lo que tratábamos de sugerir”