Tenía toda la pinta de que la saga acabaría en la primera entrega, pero la vida te da sorpresas. Power Rangers se plantaba en nuestras carteleras hace unos cuantos meses con la firme intención de arrancar una saga cinematográfica de éxito. La serie de los 90 se llevaba un buen lavado de cara, pero la tibia crítica y la mala taquilla parecían enterrar toda posibilidad de una secuela.
A lo largo de los últimos años, lo que creíamos un mundo previsible está mutando a un ritmo inimaginable. Para decidir si un filme había sido un éxito o no, bastaba con ver los principales mercados y la taquilla en cada uno de ellos. Aproximadamente, la mitad de la recaudación de una cinta llegaba de Estados Unidos y la otra mitad de Europa, Rusia, Japón y Australia. Sin embargo ahora todo es diferente. Un filme puede ser un desastre de recaudación en las dos partes mencionadas, pero terminar petándolo gracias a la irrupción en escena de China. El gigante asiático puede suponer todo o nada en el total de una película.
Pero ahí no acaban los cambios, ya que, perse a resultar un buen fracaso en la mayoría de taquillas, Power Rangers está muy cerca de confirmar su secuela. A nadie le parecía posible que una cinta que recauda 140 millones de dólares tras haber costado 100 (más 50 de promoción) pudiese tener una segunda entrega, pero resulta que Power Rangers ha provocado unos descomunales beneficios… ¡En juguetes! Efectivamente, la venta de juguetes y de se han disparado a lo largo de este año, lo que está muy cerca de concederle una segunda oportunidad a Dan Israelite y sus Rangers. No los perderemos de vista.