Nadie se esperaba semejante leche. Pese a ser una película de esas capaces de cortarte la respiración durante casi dos horas y a que se trata de un género que siempre nos lo hace pasar en grande, lo cierto es que El Rascacielos no ha entrado con muy buen pie en la cartelera americana. La película era el gran estreno del fin de semana. Con Dwayne Johnson, un rascacielos en llamas y 125 millones invertidos, lo cierto es que todo apuntaba a pepinazo, pero nada más lejos de la realidad.
Con 25 millones recaudados durante su primer fin de semana de exhibición, la cinta se quedaba muy lejos de las previsiones. Ni los otros 40 logrados a nivel internacional servían para evitar la decepción. Cierto es que la vida comercial de la película apunta a compensar sus pérdidas e incluso ofrecer algún beneficio, pero lo cierto es que estamos ante el primer blockbuster en patinar este verano.
Will Sawyer, antiguo líder del Equipo de Rescate de Rehenes del FBI y veterano de guerra del ejército de Estados Unidos, ahora se encarga de evaluar la seguridad de los rascacielos. Durante un viaje de trabajo en China, se ve incriminado en el incendio del edificio más alto y seguro del mundo. Perseguido y a la fuga, Will deberá encontrar a los que le han tendido la trampa, limpiar su nombre y rescatar a su familia, atrapada en el interior del rascacielos… sin sucumbir a las llamas.