Su nombre es auténtico cianuro para la taquilla. Pese a que hace menos de un año todo el planeta adoraba a Kevin Spacey, ahora las cosas han cambiado de forma radical. Las múltiples acusaciones de acoso contra el actor, su despido de House of Cards, su sustitución en Todo el dinero del mundo… Un auténtico caos para el dos veces ganador del Oscar, que no parce que vaya a ser perdonado por el gran público.
El club de los jóvenes multimillonarios era el título. La cinta sigue la historia de Joe Hunt (Ansel Elgort) y Dean Karney (Taron Egerton) dos amigos, quienes convencieron a sus ex-compañeros de clase en Harvard para crear un fondo de inversiones llamado Club de Chicos Billonarios que les catapultaría a los escalones más altos de la sociedad de Los Ángeles en los años 80. 15 millones era su presupuesto y, tras su estreno en las primeras 10 salas americanas, la cinta conseguía unos infames 126 dólares. Desastre absoluto.
La película tiene un auténtico problema. Este tipo de estrenos minoritarios en filmes de perfil semejante suele traducirse en una media por sala brutal. Sin embargo, tiene toda la pinta de que en este caso ni se abordará el estreno masivo. Cierto es que los responsables del filme han pedido piedad y han esgrimido que se filmó antes de conocerse los graves hechos alrededor de Spacey, pero no tiene pinta de que eso vaya a aplacar a nadie.