Ríos de sangre, miembros cercenados, sacrificios… En Vikingos no se escatima a la hora de mostrar la violencia de los nórdicos. La sensacional serie de History Channel siempre ha hecho gala de una importante capacidad para noquearnos, pero no porque los Vikingos fuesen especialmente salvajes, sino porque los tiempos en los que se desarrolla la ficción eran bastante chungos en todos los lugares del mundo.
Sin embargo, hay un detalle del argumento de Vikingos que siempre ha generado cierto interés. De hecho, varios historiadores han mantenido largos debates sobre la cruel forma de tortura reservada para los “delitos” más graves y que se hacía llamar el Águila de Sangre.
Costillas rotas, caja torácica abierta, pulmones extraídos y colocados sobre los hombros… Y todo esto, con la víctima todavía viva. Hasta en dos ocasiones hemos visto esta práctica en Vikingos y, pese a que el pueblo nórdico no era muy aficionado a torturas, este sacrificio a Odín si que se llevaba a cabo de forma muy esporádica. De hecho, incluso hay quien afirma que los cristianos también pusieron en práctica una forma de tortura que pone los pelos de punta al más pintado. Y es que el Águila de Sangre no es tontería…