En estos tiempos en los que las grandes series de televisión proliferan como setas, lo cierto es que los seriéfilos no podemos quejarnos. Sin embargo, esa enorme variedad en la oferta también provoca que muchas veces pasen por delante de nuestras narices producciones de gran singular calidad que terminan perdidas en la tormenta de estrenos monumentales. Algo que ocurría con Damnation, una joya de 2017 que acabamos de descubrir.
América, años 30. Seth Davenport (Killian Scott) vive escondido como cura de un pequeño pueblo de Iowa con la idea de empezar una gran revolución contra el ‘status quo’. Centrado en su misión, Seth no se da cuenta de que sus rivales han contratado a un peligroso mercenario llamado Creeley Turner (Logan Marshall-Green) para detenerlo, usando todos los medios necesarios. Lo que nadie sabe es que estos dos hombres comparten un oscuro y sangriento pasado.
Este era el argumento de una serie centrada en tiempos convulsos de la historia americana y que es de esas que no se pueden dejar pasar. Con la firma del sensacional director David Mackenzie (Comanchería), la ficción nos lleva por un camino de salvaje violencia y aires de western, pero tirando de una puesta en escena arrebatadora. Maravilla televisiva esta Damnation.