Se han metido en un lío de los buenos sin necesidad alguna. Cuando se produjo la pequeña polémica de los Tweets de humor negro publicados por James Gunn hace una década, la cosa habría sido tan sencilla como pedir al director de Guardianes de la Galaxia leer un comunicado y dar alguna entrevista disculpándose. Y es que la cosa no dejaba de ser humor.
Desgraciadamente, en Disney decidieron ser más papistas que el Papa y, en un intento de ser políticamente correctos, llevaron la educación a niveles de absurdo. Para sorpresa de todos, la compañía del ratón despedía a James Gunn, dejando descabezada la sensacional saga de Guardianes de la Galaxia.
Este es un buen ejemplo de cómo convertir un pequeño conflicto en un problema de dimensiones épicas. El reparto de Guardianes de la Galaxia está exigiendo la readmisión de James Gunn, los fans han montado en cólera con el despido del director y el Guardianes de la Galaxia Vol. 3 (debía empezar muy pronto) ha sido cancelado indefinidamente. Alguien en Disney debería plantearse la idea de readmitir a James Gunn para acabar de un plumazo con esta absurda situación.