En estos tiempos en los que el cine de terror es tan prolífico, lo normal es que nos encontremos joyas de las buenas, pero también decepciones de gran calibre. Precisamente este pasado fin de semana llegaba a nuestras carteleras una de esas películas llamadas a arrasar entre los fans del género: La Monja. Nuevo spin-off de la saga Expediente Warren con todos los ingredientes para seducirnos, pero que nos ha dejado bastante fríos.
Es entretenida, pero poco más. Aquella demoniaca monja que nos helaba la sangre en Expediente Warren: El caso Enfield no parece lucir el mismo músculo en su película. Vale que el filme es entretenido, pero poco más. La cinta se queda al borde de lucir la malicia esperada constantemente. Además, el sensacional tráiler que Warner Bros. lanzaba hace meses apuntaba a dosis descomunales de terror, lo que finalmente nunca llega a encontrarse en la película. Prometía demasiado como para terminar siendo tan convencional.
¿De qué va La Monja? Cuando una joven monja en una abadía de clausura en Rumanía se suicida, un sacerdote con un pasado poseído y una novicia a punto de tomar sus votos son enviados por el Vaticano para investigar. Juntos descubren el profano secreto de la orden. Arriesgando no solo sus propias vidas sino su fe y hasta sus almas, se enfrentan a una fuerza maléfica en forma de monja demoníaca, en una abadía que se convierte en un campo de batalla de horror entre los vivos y los condenados….