Fue el mayor despropósito del Universo Cinematográfico DC. Durante los meses anteriores al estreno de Escuadrón Suicida, todos estábamos bastante convencidos de que la película se convertiría en el mayor éxito de la compañía. Sin embargo, lo que nos encontrábamos en las salas resultaba una decepción de épicas proporciones. Desastre de los buenos a nivel creativo y un auténtico desperdicio de grandes personajes. Eso era Escuadrón Suicida.
Muchos fueron los que culparon al bueno de David Ayer de que la cosa no funcionase. Sin embargo, la realidad es que el genial director poco más podía hacer. Warner le exigió el desarrollo de un guión de altura en poco más de un mes, lo que se traducía en una trama poco trabajada y bastante pobre. A partir de ahí, el control creativo de David Ayer sobre el proyecto también resultaba bastante limitado. Algo que él mismo acaba de confirmar al responder a un fan en su cuenta personal de Twitter por una pregunta.
“Recuerda que lo que se pudo ver en salas fue muy distinto de lo que yo había rodado y del montaje que tenía preparado”. Un auténtico “zasca” de David Ayer hacia Warner Bros. y DC con el que se ponía de manifiesto algo evidente: No se le dejó trabajar.