Si a lo largo de los últimos años no hemos dudado en señalar los, a nuestro juicio, graves defectos de una de las series que más nos gusta, ahora toca presentar nuestros respetos a una ficción que parece haberse sacudido de un plumazo todos los defectos mostrados de forma constante en sus dos últimas temporadas.
Todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero es de rigor reconocer que The Walking Dead ha dado el salto que todos soñábamos, pero que no esperábamos. Tenemos que ver todavía por dónde van los tiros, pero el primer episodio de esta novena temporada es, sin duda, el más sugerente desde hace años. Al fin sentimos que la historia vuelve a evolucionar, así como unos personajes a los que ya creíamos conocer por completo. El entorno y las tramas también contribuyen a que aplaudamos con sinceridad la propuesta de la serie en su regreso.
A partir de ahora, es el momento de comprobar si es flor de un día o si el lavado de cara de The Walking Dead tiene vocación de futuro. En cualquier caso, lo que no podemos negar es que la AMC ha conseguido que todos los fans sintamos algo que no sentíamos desde hace demasiado tiempo: Ilusión.