Ciencia-ficción y acción maridando de la forma más perfecta. Si decides ver Looper, necesitarás poner sus cinco sentidos al servicio de la empresa. No en vano, hablamos de una cinta de ciencia ficción con viajes en el tiempo y ya saben ustedes que tales saltos temporales suelen ser, como mínimo, liosos. Pues bien, lo más adecuado parece comenzar recogiendo el argumento de la película para que puedan familiarizarse con las reglas del juego: En el año 2072 no hay manera humana de cometer asesinatos. El avance de la tecnología, así como las nuevas leyes obligan a las organizaciones criminales que desean eliminar a alguien a mandarlo al pasado (al año 2046) para que unos asesinos a sueldo llamados “Loopers” los eliminen y se deshagan de sus cuerpos. Joe (Joseph Gordon-Levitt) se encuentra con que el hombre que aparece frente a él y que tiene que eliminar es su “yo” del futuro (Bruce Willis). Lo que ocurre es que el Joe del futuro no está muy por la labor de dejarse matar, sobre todo porque en el futuro su esposa ha sido asesinada, de modo que tiene que tratar de cambiar el pasado para que la muerte de su esposa nunca llegue a producirse. Ahí es nada.
El director Rian Johnson es un tipo listo. Lo había demostrado con anterioridad gracias a la dirección de la magnífica serie Breaking Bad y a sus largometrajes The brothers Bloom y Brick. La mezcla de ciencia ficción y thriller con el toque independiente que siempre ha caracterizado a Johnson nos regalan una de las obras destacadas del curso. La dirección habilidosa y la poderosa estética nos conquistan desde el minuto uno. Si a esto le añadimos el desarrollo e interés mostrado en la construcción de los personajes, tanto por el guión como por los propios actores, conseguimos una película de obligado visionado y garantizado disfrute. Joseph Gordon-Levitt y Emily Blunt son dos intérpretes con gran presente y mejor futuro. Por su parte Bruce Willis empieza a merecer más reconocimiento que el de un mero actor de acción. Nuestro queridísimo Bruce es tan hábil con las armas como con los sentimientos. Si algo nos deja mal sabor de boca es el no poder disfrutar más tiempo a dos grandísimos intérpretes como son Paul Dano y Jeff Daniels.
De modo que la primera conclusión que extraemos es que Looper es mucho más de lo que parece. No es simple acción descerebrada. La cosa va un poco más allá. Esta reflexión nos lleva directamente a la segunda conclusión: Rian Johnson es un gran director (y guionista). Incluso si eres de los que detestan Los últimos Jedi, hay que reconocer que este tipo no es de los que causan irrelevancia. Looper es la mejor muestra de lo que puede llegar a hacer.