El mundo de las secuelas locas está plagado de “obras maestras”, pero lo cierto es que pocas pueden compararse con la cinta que hoy nos ocupa. Como todos sabemos de sobra, James Cameron firmaba, allá por 1997, una de las películas más exitosas de la historia del cine. Titanic se llevaba a casa 11 Oscars y conseguía la que, a día de hoy, todavía es la segunda recaudación más importante del séptimo arte. Una obra imprescindible que, en 2010, encontraba su secuela.
En el 100º aniversario del viaje del Titanic, un moderno crucero de lujo bautizado como Titanic 2, sigue la ruta de su homónimo. Pero cuando un tsunami lanza un iceberg en la trayectoria del nuevo buque, los pasajeros y la tripulación deben luchar para evitar un destino similar.
El nivel de cutrez de Titanic 2 es de esos que resultan incomparables. Tanto se pasaba de mala que llegaba a ser divertida. Ahora, cuando se ultiman los preparativos de un Titanic 2 real que reproducirá cada detalle del barco original y que repetirá su ruta, no hemos podido resistirnos a recordar esta obra maestra del cine cutre llamada Titanic 2 y que Shane Van Dyke perpetraba hace unos añitos. Al loro al tráiler, porque no es tema menor.