Todos esperábamos mucho, pero la decepción ha sido importante. Con un sensacional director a los mandos como Fede Álvarez (No respires), lo cierto es que la idea de reencontrarnos con Lisbeth Salander sonaba de lo más sugerente. La cuarta entrega de la famosa saga literaria iniciada por Stieg Larsson llevaba por título Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte. Una de las cintas más esperadas del año y que se ha llevado una leche descomunal.
La joven hacker Lisbeth Salander y el periodista Mikael Blomkvist se encuentran atrapados en una red de espías, ciberdelincuentes y funcionarios corruptos del gobierno. Así se presentaba una película con Lisbeth Salander en modo James Bond. Pese al sensacional trabajo de Claire Foy, lo cierto es que crítica y público le han dado la espalda a una cinta que costaba 43 millones de dólares (más otros cuantos en publicidad y distribución), pero que se ha estrenado con unos raquíticos 8 millones de dólares de recaudación en la cartelera americana.
Ahí no acaban las malas noticias. El mercado internacional siempre ha sido la clave para el éxito de las adaptaciones de las novelas suecas, pero esta vez tampoco ha reaccionado bien. Con otros 8 millones acumulados para un total 16, las alarmas se encienden alrededor de Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte.