El mítico George de la Jungla lo tenía todo para reventar taquillas. Tanto en comedia como en acción y aventuras, Fraser cosechaba un éxito tras otro. Al diablo con el diablo y la saga de La Momia aupaban a lo más alto a un actor que se iba al garete de la noche a la mañana. Brendan Fraser veía como su estrella dejaba de brillar.
Las calamidades se sucedían. Cuando eres una estrella que encadena éxito tras éxito, tu tren de vida se vuelve bastante elevado. Lo que pasa es que si dejas de trabajar, tienes que pagar los gastos de un puñado de mansiones y una manutención mensual a tus hijos de 75.000 dólares, tu cuenta corriente empieza a entrar en una profunda depresión de la que le es difícil salir. Así se las veía un actor que ahora parece empeñado en protagonizar como sea una de esas resurrecciones que tanto gustan a en Hollywood, lo que no termina de fraguar.
Hay papeles con buen aroma, proyectos ilusionantes y la voluntad del público de recuperar para la causa a un tipo que siempre ha caído bien, pero la realidad es que las cosas no terminan de salir como todos desearíamos. Así, a sus 51 años, la carrera de Brendar Fraser lleva ya demasiado tiempo en caída libre.