Año 1944, posguerra española. Ofelia (Ivana Baquero) y su madre, Carmen (Ariadna Gil), que se encuentra en avanzado estado de gestación, se trasladan a un pequeño pueblo al que ha sido destinado el nuevo marido de Carmen, Vidal (Sergi López), un cruel capitán del ejército franquista por el que la niña no siente ningún afecto. Y no es de extrañar, porque se trata de uno de los personajes más crueles e infames de cuantos ha dado el mundo del cine.
Efectivamente, Sergi López firmaba un trabajo de excepción en el filme de Guillermo del Toro. Ni más ni menos que 3 Oscars y 6 nominaciones se llevaba El Laberinto del Fauno gracias, entre otras cosas, al sensacional trabajo de un villano que nos dejaba una escena digna de nuestra mención por su extrema crueldad.
A las manos del cruel Capitán Vidal (Sergi Lopez) llegan un padre y un hijo al que sus hombres han encontrado por la zona. Vidal no atiende a explicaciones. Para él son comunistas. Saca una botella de la mochila del más joven y empieza a golpearle en la cara hasta matarlo delante de su padre. Escena inolvidable por lo hiriente.
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