No terminó de gustarnos. Desde que la gloriosa trilogía de El Señor de los Anillos llegase a su final, millones de fans empezaban contar los días para obligado aterrizaje de El Hobbit. Antes o después, la novela de J.R.R. Tolkien que suponía el origen de todo debía llegar a la gran pantalla. El éxito de Peter Jackson en su anterior viaje a la Tierra Media provocaba que, en el año 2012, arrancase una nueva trilogía. Desgraciadamente, la cosa no estuvo a la altura.
Fueron grandes resultados de taquilla, pero dejaba mucho que desear creativamente, El Hobbit, una novela más bien cortita, era estirada de forma infame. Las películas no gustaban a muchos espectadores, pero la firma de trabajar tampoco convencía a algunos de sus protagonistas. Si no, que le pregunten a John Callen, el actor encargado de dar vida al enano Oin.
“Nis preparábamos y luego esperábamos y esperábamos todo el tiempo. Terminaban no utilizándonos y nos habíamos pasado el día entero esperando para nada. Estábamos todos los enanos, pero solo importaba la pelea entre Thorin y los orcos. Fueron perdiendo poco a poco el corazón con el que se empezó el proyecto”.
Efectivamente, en un documental publicado por DigitalSpy sobre el desarrollo de El Hobbit, el actor John Callen no dudaba en arremeter contra la forma de trabajo de una trilogía de la que no parece guardar muy buenos recuerdos.