Frank Cotton, un hombre joven, violento y ambicioso de experiencias personales adquiere una caja china procedente de un bazar oriental y dotada de poderes. Según antiguas leyendas, es una especie de puerta a seres de otra dimensión. Al abrirla, Cotton convoca a estas criaturas procedentes de un infierno fantástico, pero éstas sólo le infringirán tormentos hasta acabar con él. Veinte años después, dos nuevos inquilinos se instalan en la vieja casa de Frank: su hermano y su esposa. La aparición del espíritu de Frank es el principio de una vorágine de horror en estado puro que enloquecerá a sus familiares. Una gota de sangre, vertida casualmente por su hermano sobre el suelo del desván, es el desencadenante de la tragedia. Frank, para poder retomar su antigua forma, necesitará sangre de seres humanos que le proporcionará, secretamente, la mujer de su hermano.
Con esa premisa se presentaba Hellraiser allá por 1987. Desde que Clive Barker nos presentase a Pinhead, muchos han sido los intentos de devolver a lo más alto una franquicia que facturaba secuelas sin ton ni son. Sin embargo, ahora la cosa parece haberse puesto seria. Y es que, tal y como acaba de saberse, Blumhouse ya trabaja de cara al regreso de uno de los grandes iconos del cine de terror. La productora que ha puesto patas arriba el género es sinónimo de calidad, lo que hace que millones de fans del personaje estén más felices que perdices.
Todavía no tenemos detalles concretos del proyecto, pero la mera idea de reencontrarnos con Pinhead en un proyecto a la altura se nos antoja de lo más interesante.