Ha recuperado su pegada. Pese a que muchos ya han retirado su apoyo a la serie, lo cierto es que The Walking Dead ha conseguido devolvernos la fe en el futuro. Y es que, tras dos temporadas horrendas, la ficción zombi ha conseguido reinventarse a lo bestia. No hemos tenido lluvias de balas y no hemos tenido grandes batallas. La tensión, el terror y la intriga han vuelto a ser los sellos de identidad de la serie. Grandes noticias.
Esta novena temporada siempre será recordada por la partida de Rick. Sin embargo, tras aquel quinto episodio, lo que nos hemos encontrado es un mundo completamente nuevo y sensacionales personajes en constante evolución. Si algo empezamos a acusar en The Walking Dead eso fue la pérdida de interés de sus protagonistas. Siempre sabíamos cómo iban a actuar, lo que ahora ha desaparecido de la ecuación.
Otro factor fundamental en el buen momento de la serie ha sido la irrupción de los villanos. Alpha y sus Susurradores han construido una nueva amenaza radicalmente anterior a todas las que existían. Además, su forma de vida también ha provocado que los caminantes se hayan vuelto más temibles. Ahora no sabemos si un caminante puede apuñalarte, ya que es imposible diferenciarlos de los Susurradores.
Así las cosas, pese a que los seguidores siguen abandonando el barco, el futuro de The Walking Dead se presenta más ilusionante que nunca.