Es uno de los grandes del cine. Las últimas décadas del séptimo arte no se pueden entender sin la figura de este elegante y talentoso inglés. Parece que todo lo que toca Anthony Hopkins queda impregnado de su clase. Desgraciadamente, como otras leyendas vivas, el sensacional intérprete parece haber cambiado sus criterios de selección de papeles llegado a la vejez, buscando más llenar su cuenta corriente que otra cosa.
Son incontables las grandes películas en la carrera del célebre Hannibal Lecter, pero últimamente tampoco faltan los patinazos. Eso sí, ninguno comparable a esa infamia titulada Transformers: El último caballero. La saga robótica estaba ya hecha escombros cuando llegó el bueno de Hopkins. sin embargo, Michael Bay lograba el difícil reto de firmar la peor entrega de todas. Allí, en medio de montañas de chatarra robótica, el bueno de Hopkins se perdía de forma dramática. Infame película.
Siempre esperamos grandes cosas de él y no vamos a negar que cada aparición de Anthony Hopkins en pantalla provoca que algo se nos remueva dentro. Eso sí, haremos como que películas tipo Transformers: El último caballero no han existido nunca.