La cosa pintaba regular, pero parece que empieza a reconducirse. Desde que se lanzase los primeros avances de Aladdín, los fans del clásico de Disney empezaban a mostrar sus reservas. Algo no encajaba demasiado bien. Había ciertos aires de cutrez y el Genio de Will Smith resultaba de lo más inquietante. Poco podíamos imaginar que la cosa fuese a dar un giro tan radical como el que acabamos de vivir.
Lejos de ser el patinazo que se esperaba, parece que Guy Ritchie ha dado en el clavo. No es la octava maravilla del mundo, pero funciona a las mil maravillas. Parece ser que se ha recuperado la senda de El libro de la Selva con una película que ha visto, de esta forma, como sus aspiraciones de taquilla se disparan.
Aladdin (Mena Massoud) es un adorable pero desafortunado ladronzuelo enamorado de la hija del Sultán, la princesa Jasmine (Naomi Scott). Para intentar conquistarla, acepta el desafío de Jafar (Marwan Kenzari), que consiste en entrar a una cueva en mitad del desierto para dar con una lámpara mágica que le concederá todos sus deseos. Allí es donde Aladdín conocerá al Genio (Will Smith), dando inicio a una aventura como nunca antes había imaginado. El próximo viernes descubriremos si realmente se ha conseguido un resultado interesante.
Fui a verla ayer con mi hija, compramos las entradas días antes por los nervios de ambas, para mí porqué en su momento fue mi película favorita y para ella por qué le encanta la princesa Jasmine.. No se yo sí tendré algo que ver la cuestión que teníamos que está en el estreno. Y la verdad que nos ha encantado lloré de la emoción y a mí hija cómo era de esperar le encantó todo lo relacionado con Jasmine… Aladín magnífico y el genio me quedo sin palabras… Un saludo… Volveremos al cine a repetir