Incontables retrasos, varios reshoots y una larga espera. A lo largo de los últimos tiempos, todo lo que rodeaba a X-Men: Fénix Oscura nos resultaba de lo más preocupante. La excusa siempre era que Disney ordenaba cambios, tras comprar Fox, de cara a que la cinta se ajustase bien al Universo Cinematográfico de Marvel. En todo caso, sea por la razón que sea, lo que resulta indudable es que la película patina a lo bestia.
Con un terrible 78% de críticas negativas en Rotten Tomatoes, la realidad es que estamos ante la cinta peor valorada de la saga. En el resto del mundo la cosa no es mucho mejor. X-Men: Fénix Oscura se lleva palos por todas partes, convirtiéndose en una despedida mutante de lo más decepcionante.
¿De qué va X-Men: Fénix Oscura? Los X-Men se enfrentan a su enemigo más poderoso: uno de sus miembros, Jean Grey. Durante una misión de rescate en el espacio, Jean casi muere al ser alcanzada por una misteriosa fuerza cósmica. Cuando regresa a casa, esa radiación la ha hecho más poderosa, pero mucho más inestable. Mientras lucha con la entidad que habita en su interior, Jean desata sus poderes de formas que no puede controlar ni comprender. Jean cae en una espiral fuera de control haciendo daño a aquellos que más ama y empieza a destruir los lazos que mantienen unidos a los X-Men.