No puede calificarse más que de una auténtica pena. X-Men: Fénix Oscura ha sido una despedida realmente amarga para una genial generación de mutantes y para millones de fans en todo el mundo. La cinta nos llevaba desde un comienzo realmente esperanzador hasta el mayor de los desastres. Cada minuto de X-Men: Fénix Oscura iba provocando una decepción mayor, algo de lo que es muy consciente Simon Kinberg.
Después de pasarse casi quince años como figura detrás de la saga mutante (escribió los guiones de X-Men 3, X-Men: Días del Futuro pasado y X-Men: Apocalipsis) y de ejercer como productor en las últimas cuatro entregas y en Logan, Simon Kinberg asumía el único rol que todavía tenía pendiente: el de director. Desgraciadamente, la cosa no ha resultado como se esperaba, por lo que no ha dudado en asumir la responsabilidad.
“Me encantó hacer la película y la gente con la que la hice, pero está claro que no conectó lo suficiente con la audiencia y eso es culpa mía”, declaraba con aplomo el director y guionista en palabras para The Bussiness. Lástima que X-Men: Fénix Oscura no haya funcionado, porque nadie más que Simon Kinberg se merecía un éxito.