Siempre hemos tenido un respeto especial por Kevin Costner. Son incontables sus trabajos gloriosos como actor y director. No hay género que se le resista al bueno de Kevin. Sin embargo, no vamos a ocultar que cuando más nos seduce es cuando decide embarcarse en westerns del calibre de Bailando con lobos u Open Range.
Así las cosas, nuestra emoción se disparaba el pasado año gracias a una serie de esas con aroma a maravilla. Y es que Yellowstone, la ficción protagonizada por Kevin Costner, tenía todos los ingredientes para convertirse en uno de los mejores trabajos del año televisivo. Sin embargo, la cosa no entraba como cabía esperar.
Pese a los sensacionales trabajos de sus protagonistas, a una trama interesante y a una puesta en escena sensacional, parece que público y crítica nunca han encajado bien el ritmo pausado de esta maravilla. John Dutton (Costner) es el propietario del rancho más grande de Estados Unidos. Él y sus hijos entablarán una lucha sin cuartel contra una reserva india y contra el Gobierno federal de Estados Unidos que intenta expandir el parque nacional contiguo a la propiedad de los Dutton.
Con ese argumento se presentaba Yellowstone, una serie que cuenta con el guión y la dirección de Taylor Sheridan, esa fuerza de la naturaleza responsable de los guiones de Sicario yComanchería, y que hace un par de años nos sorprendía en su debut como director con Wind River. Sea como fuere, la ficción ya va por su segunda temporada y nosotros seguimos disfrutando a lo grande. Conviene darle una oportunidad a Yellowstone.