Estaba llamada a protagonizar taquillazos durante décadas, pero todo se fue al garete. Lo de Megan Fox ha sido una montaña rusa de las buenas. La mujer por la que medio mundo suspiraba después de Transformers veía como sus tensiones con Michael Bay y la mala elección de papeles iban haciendo que desapareciese del panorama. A ello se sumaba una maternidad que la apartaba definitivamente de la escena. Así nos pasábamos varios años sin noticias de ella.
Tiene entre manos nuevos proyectos y está realmente ilusionada, pero Megan Fox no lo ha pasado nada bien. Después de Transformers y Jennifer´s Body, todo era una imagen excesivamente sexualizada de la actriz. De hecho, tal y como confesaba en Entertainment Tonight, esa imagen hipersexualizada “era en cada película, pero también a diario y a tiempo completo. Con los productores pasaba lo mismo”.
Poco a poco, Megan Fox iba aislándose hasta sentir miedo de salir a la calle, lo que provocaba que optase por alejarse de una industria que solo se centraba en su aspecto físico y en sus curvas. Todo había conducido a que en su vida diaria fuese también un objeto sexualizado a ojos de mucha gente. Por suerte, parece que la cosa ha quedado atrás y Fox está preparada para iniciar una nueva etapa profesional completamente diferente con múltiples proyectos.