Está la cosa realmente complicada. Pese a que lleva unos cuantos años arrasando, en Netflix se enfrentan a un momento crucial en su corta vida. La exitosa deriva de la plataforma de streaming podría estar cerca de cortarse de raíz en lo próximos meses. Y es que el tablero de juego previsto ha cambiado de forma radical.
La táctica era sencilla: Mucho contenido a precios bajos. Eso sí, lo que en principio eran contenidos ajenos iba mutando en una amplia producción propia. Con este plan, Netflix llegaba a los 151 millones de usuarios en todo el mundo. Más inversión en sus propios productos y un progresivo aumento de los precios era el camino a seguir, pero todo se ve seriamente amenazado.
Se han gastado 15.000 millones de dólares en el último año o, lo que es lo mismo, 3.000 millones más de lo generado. El problema es que el número de usuarios se ha estancado y no se pueden subir los costes ante el salvaje aumento de la oferta de plataformas de streaming. Apple Tv+ y Disney + podrían resultar mortales. O se les ocurre algo nuevo en Netflix o su supervivencia, tal y como la conocemos, se verá realmente amenazada.