Ray Shoesmith es un impasible sicario que combina su peligroso negocio mientras trata de mantener a su círculo de amistades, sus responsabilidades como padre y su vida sentimental, algo complicado cuando eres un asesino a sueldo.
Hay veces que hay que buscar un poco para encontrarse series tan brutales como Mr. Between. El enorme catálogo de HBO provoca que a veces pasemos por alto pequeñas maravillas como esta, ya que el brillo de otras producciones mayores nos ciega. Sin embargo, esta serie australiana es de esas que te atrapan sin remedio. Un milagro televisivo que transita sin despeinarse entre las historias de criminales y la comedia negra más gamberra.
Scott Ryan se sale al frente de Mr. Between. Suya es gran parte de la responsabilidad de que todo funcione a las mil maravillas. La picardía de la sonrisa del protagonista es el vehículo que nos lleva por el camino de lo que podría parecer un producto usual, pero que siempre es capaz de empujarnos a lugares insospechados. Una adictiva propuesta con capítulos de 30 minutos disfrutables a niveles incomparables.