David Rice ha nacido con un misterioso poder: teletransportarse a cualquier lugar del mundo que desee. Siempre ha utilizado esta facultad para escapar de su pasado, incrementar su inmensa fortuna o conservar su independencia. Sin embargo, cuando conoce a Griffin, un exaltado trotamundos que tiene el mismo poder que él, descubre que no es un ser tan singular, sino que pertenece a un grupo de personas con anomalías genéticas (“los saltadores”) que, además, nunca están a salvo. De hecho, David ha sido identificado por una organización secreta cuya misión es matar a los “saltadores” y será víctima de una persecución sin tregua por todo el mundo.
Esta era la interesante idea que se transformaba en la irrelevante película Jumper. El sensacional director Doug Liman se ponía al frente de una película que le dejaba un sabor de boca poco agradable. Responsable de El Caso Bourne, Sr. y Sr.a Smith o Al filo del mañana, Liman no encontraba el pulso en una película con todos los ingredientes para convertirse en un gran éxito. Poco podía imaginar que la cosa diese para tanto.
Jumper se ha convertido en una de las sorpresas más gratas de los últimos tiempos. Mejor dicho, Impulse, ya que así se llama la serie basada en el filme. La ficción de YouTube Red nos tiene encandilados gracias a un desarrollo realmente atractivo y con una capacidad extraordinaria para atraparnos Pese a que la película original no funcionó demasiado bien, lo cierto es que la premisa se prestaba para conseguir una serie más que atractiva que ya es una realidad.