Es el futuro y todo se ha ido al garete. Dos personas por nivel. Un número desconocido de niveles. Una plataforma con comida para todos ellos. ¿Eres de los que piensan demasiado cuando están arriba? ¿O de los que no tienen agallas cuando están abajo? Si lo descubres demasiado tarde, no saldrás vivo del hoyo.
Con esa premisa se plantaba en nuestras salas El Hoyo. La cinta ganadora del pasado Festival de Sitges venía precedida de comentarios alucinantes, lo que no le servía para tener un estreno a gran escala en nuestras salas, pero sí para convertirse en la gran joya de la ciencia-ficción de este año.
No ha necesitado Galder Gaztelu-Urrutia grandes alardes para conseguir dar en el clavo. Ni explosiones, ni superhéroes, ni monstruos, ni nada que se le parezca. El juego enfermizo y oscuro de esta enorme distopía no requiere de más que de una audacias in igual para enloquecernos. Y es que aquí el fuego está en la misma condición humana.
No está en miles de salas y no hay medio planeta hablando de ella, pero pocas películas más entretenidas, brillantes y seductoras que El Hoyo podrás ver este año.