Hay cosas difíciles de entender. Vale que a veces Hollywood te da la espalda y tienes que ganarte la vida como puedas, pero otras el viraje de una carrera gloriosa obedece más bien a cuestiones mucho más complicadas de explicar.
Nicolas Cage es el ejemplo perfecto. De sobra sabemos lo que ha ocurrido con él a lo lardo de los últimos tiempos. El ganador de un Oscar ha sido uno de los intérpretes más cotizados del planeta durante más de dos décadas. Sin embargo, de un tiempo para acá es un icono del cine de Serie B. Muchos gastos, muchas excentricidades y muchas deudas. Así, 9 de cada 10 películas de Nicolas Cage son auténticas infamias. Un camino que parece empeñado en repetir Bruce Willis.
En este caso, la clave es trabajar poco y ganar mucho. Bruce Willis, una de las estrellas más brillantes de Hollywood, lleva siete años aceptando papeles en películas terriblemente malas. Filmes por los que se embolsa uno o dos millones de dólares y que le llevan un par de semanas de rodaje. Infamias que, en el mejor de los casos, van directas a televisión.
A día de hoy, salvo que de un giro radical a todo, lo cierto es que Bruce Willis va camino de convertirse en el nuevo Nicolas Cage. Una auténtica lástima para un actor que tantas alegrías nos ha dado en la gran pantalla.
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