Es curioso como hay gente con una habilidad incomparable para hacer que un fracaso estrepitoso pueda pasarse por alto sin hacer casi ruido. Algo en lo que Lionsgate podría impartir clases magistrales a la vista de lo ocurrido con Kin.
Perseguidos por un criminal vengativo (James Franco) y una banda de soldados sobrenaturales, un exconvicto recién liberado (Jack Reynor) y su hermano adolescente adoptado (Myles Truitt) se ven obligados a escapar con un arma de origen misterioso que es su única protección.
Cuando Kin aterrizó en los cines americanos en verano de 2018, la película prometía convertirse en lugar de peregrinaje para los fans de la ciencia ficción. Nada más lejos de la realidad. El filme se convertía en un descomunal desastre creativo y económico. Casi 50 millones de dólares invertidos entre producción, distribución y publicidad para una taquilla final de 10 millones. En Lionsgate se encontraban con un problema serio, por lo que decidían aplazar todas las decisiones alrededor de la película.
El pasado mes de junio, casi un año después, Kin llegaba a nuestras salas. Jack Reynor y Myles Truitt eran los grandes protagonistas de una cinta en la que lucían nombres tan respetados como los de James Franco, Zöe Kravitz, Dennis Quaid o Carrie Coon. El resultado era otro desastre en nuestro país que, sin embargo, también se ha pasado por alto. Curioso el caso de Kin.