Parece que da igual la calidad, porque prácticamente todo lo que hace Netflix termina convirtiéndose en un éxito de épicas proporciones. Cada vez que la plataforma de streaming lanza un nuevo proyecto a sus más de 150 millones de suscriptores, lo normal es que acabe siendo de lo más rentable, incluso si el producto es tan fallido como la reciente V Wars.
Ha sido una de las grandes decepciones del año. La adaptación a la pequeña pantalla del cómic de Jonathan Maberry y Alan Robinson es un auténtico fiasco. La serie no funciona en ninguna de sus dimensiones, tambaleándose bajo el peso de la sucesión de lugares comunes que la componen. Esperábamos una ficción de vampiros capaz de ponernos los pelos de punta, pero lamentablemente poco interés despierta la serie.
Sin embargo, parece que la cosa ha funcionado en datos de audiencia, que es lo que realmente importa. Contra todo pronóstico, Netflix ha anunciado ya de forma oficial el desarrollo de una segunda temporada para la ficción protagonizada por Ian Somerhalder. A V Wars le queda otra vida.
Pues a mí me ha gustado.. no es como para tirar cohetes pero aguanta como entretenimiento palomitero.. es que a veces solo quieres sentarte frente a la tele y desconectar