Nota: 8,5
Ha sido una sorpresa realmente agradable. Cierto es que Clint Eastwood nos tiene acostumbrados a firmar películas sensacionales, pero no daba la sensación de que Richard Jewell fuese a convertirse en una de ellas. Más bien daba la sensación de que estaríamos ante una de las cintas menos relevantes de su espectacular carrera. Nada más lejos de la realidad.
Richard Jewell era un guardia de seguridad de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 que descubrió una mochila con explosivos en su interior y evitó un número mayor de víctimas al ayudar a evacuar el área poco antes de que se produjera el estallido. En un principio se le presentó como un héroe cuya intervención salvó vidas, pero posteriormente Jewell pasó a ser considerado el sospechoso número uno y fue investigado como presunto culpable.
Puede que estemos ante la mejor cinta de Eastwood desde Gran Torino. La historia de una injusticia, de un héroe convertido en villano a base de mentiras y especulaciones es la base de una cinta en la que el director no deja espacio a concesiones blanditas. Un retrato duro y directo al mentón es lo que el maestro se saca de la manga, recordándonos que el narrador es fundamental a la hora de conseguir que una historia sea interesante. Nadie cuenta las cosas como Clint Eastwood y por eso es uno de los más grandes de la historia.
Sully, El francotirador, Mula… Todas ellas decaen ante el poderoso impulso de Richard Jewell, una de esas joyas del cine que no te puedes perder.