Que Martin Scorsese es un auténtico enamorado de la música es algo que ya sabemos de sobra. Uno de los mejores directores de la historia del cine suele dejar buenas muestras de ello en cada una de sus películas. A ello hay que sumar una serie documentales gloriosos centrados en figuras del calibre de Bob Dylan o The Rolling Stones.
El bueno de Marty es un fenómeno detrás de las cámaras. Un talento fuera de lo común que, allá por 1987, se cruzó con otro talento incomparable: el de Michael Jackson. Ambos unieron fuerzas para construir el que, sin lugar a dudas, es uno de los mejores videoclips de la historia. Nos referimos, como no podría ser de otra forma, a la gloriosa pieza audiovisual que es Bad. La friolera de 18 minutos de cortometraje. Una auténtica maravilla que lucía así.