La primera gran apuesta del año televisivo no ha ido demasiado bien. Antena 3 estrenaba la pasada noche Perdida, una serie con auténtica pintaza. De hecho, el thriller no era ningún desastre. Efectivo y con una trama moderadamente interesante, la serie ponía sobre la mesa una propuesta que quedaba lejos de ser una maravilla, pero que funcionaba en cierta manera. Desgraciadamente, el público no ha pensado lo mismo.
Una cuota de pantalla del 11,5% y 1.742.000 espectadores. Ese era el balance de una serie que venía precedida de una gran expectación, pero que se quedaba como tercera opción de la noche. Antena 3 esperaba dar un golpe en la mesa que ha quedado lejos de suceder.
¿De qué va Perdida? Bogotá, Colombia. Antonio, un hombre español, traga bolas de cocaína en una habitación de hotel. Parece estar nervioso. Al terminar, se dirige al aeropuerto, callado, reservado. Allí es detenido. 13 años antes. Valencia, España. Antonio se dispone a comer en un chiringuito de playa junto a su mujer Inma y su familia. Su hija Soledad, de cinco años, juega en la arena. La madre avisa a la niña, pero la pequeña no responde… Todos acuden a buscarla, no hay ni rastro. Es como si se la hubiera tragado el mar… Perdida narra en una doble línea temporal el viaje de unos padres que harán lo indecible para descubrir lo que ha pasado con su hija.