Un auténtico caramelito cinematográfico. Cuando empezamos a escuchar que Sam Mendes había preparado un viaje a la Primera Guerra Mundial con un falso plano secuencia de dos horas, todos nos quedamos absolutamente asombrados. Eso sí, poco podíamos imaginar que 1917 fuese a resultar una experiencia cinematográfica de semejante calibre.
En lo más crudo de la Primera Guerra Mundial, dos jóvenes soldados británicos, Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman) reciben una misión aparentemente imposible. En una carrera contrarreloj, deberán atravesar el territorio enemigo para entregar un mensaje que evitará un mortífero ataque contra cientos de soldados, entre ellos el propio hermano de Blake. Así arrancaba una historia contada con una única elipsis temporal y difícilmente comparable con cualquier cosa vista jamás antes.
Muchos son los momentos de la cinta en la que los espectadores tratamos de entender cómo es posible semejante alarde en la puesta en escena. ¿Cuánto cuesta hacer 1917? Pues el elemento principal es disponer de un equipo profesional tan impresionante como el comandado por Sam Mendes con Roger Deakins como director de fotografía, pero obviamente también hace falta una buena cantidad de pasta. Y es que 1917 tenía un coste de 100 millones de dólares, lo que puede parecer una barbaridad pero que no es demasiado en un tiempo en el que cualquier superproducción se pone en 200 sin pestañear. Realmente bien invertido el dinero en una de las mejores cintas de los últimos tiempos.
A mí no me importa si gastan 10 dólares o 100 millones… lo que quiero es que la obra en sí impacte en mi superficie…
Y ésta obra maestra fue un meteorito que extinguió a mis dinosaurios. Llevo 2 días de invierno nuclear y no seré nunca más quien era antes de “1917”
No me gustaban las películas de guerra, Mendes. Chapó