La apuesta tenía pintaza y lo cierto es que no está nada mal. Pese a algunos puntos flacos, Antena 3 acertaba con el lanzamiento de Perdida, una de sus grandes apuestas de ficción para el nuevo año. La serie ya no empezaba con datos demasiado potentes. Y es que el 11,5% de audiencia de su arranque se antojaba insuficiente para ser optimistas. Las esperanzas estaban puestas en un boca-oreja que parece no haberse producido.
Tres puntos de audiencia se ha dejado en una semana la serie protagonizada por Daniel Grao. Mejor suerte merecía una serie que, tras conquistar al 8,6% de la audiencia en su nuevo episodio, queda herida de muerte. 1.287.000 espectadores son un botín demasiado pobre, hasta el punto que ya han comenzado a multiplicarse los rumores de cancelación. De hecho, en el mejor de los casos la serie iría a una franja horaria más tardía, abandonando el prime time.
¿De qué va Perdida? Bogotá. Antonio, un hombre español, traga bolas de cocaína en una habitación de hotel. Parece estar nervioso. Al terminar, se dirige al aeropuerto, callado, reservado. Allí es detenido. 13 años antes. Valencia, España. Antonio se dispone a comer en un chiringuito de playa junto a su mujer Inma y su familia. Su hija Soledad, de cinco años, juega en la arena. La madre avisa a la niña, pero la pequeña no responde… Todos acuden a buscarla, no hay ni rastro. Es como si se la hubiera tragado el mar…