Estaba pidiendo a gritos una nueva oportunidad en la gran pantalla. Candyman, un clásico de terror de los 90 vuelve para colarse en nuestras pesadillas con el sello de un Jordan Peele (Déjame salir, Nosotros) que esta vez se limita al guión, pero que promete ofrecernos una experiencia terrorífica e irrepetible.
Desde tiempos inmemoriales, los proyectos residenciales del barrio de Cabrini Green en Chicago se han visto amenazados por la historia de un supuesto asesino en serie con un gancho por mano al que se invoca fácilmente repitiendo su nombre cinco veces frente a un espejo. Hoy, una década después de que la última torre de Cabrini fuese derruída, el artista visual Anthony McCoy (Yahya Abdul-Mateen) y su novia Brianna Cartwright (Teyonah Parris), se mudan a un apartamento de lujo de un barrio ahora irreconocible, repleto de millennials y de personas que, por lo general, desconocen su oscuro pasado.
Así se presenta Candyman, un nuevo acercamiento a la novela de Clive Baker y una cinta que ya se ha presentado en sociedad. El próximo 12 de junio llega a las salas de cine de todo el planeta una película que luce así de espectacular y aterradora.