No se puede ser mas tierno que este patito… Hay que reconocer que las series infantiles han cambiado mucho a lo largo de las décadas. Antes no se escatimaba en drama a la hora de construir una historia para niños y, efectivamente, Alfred J. Kwak (1989) es uno de los mejores ejemplos de ello.
El pato Alfred J. Kwak, tras la muerte de sus padres es criado por un topo llamado Henk. A pesar de tratarse de una serie dirigida a un público infantil, Alfred J. Kwak aborda ocasionalmente temas maduros y muchas veces dramáticos.
¿Creías estar viendo una serie animada normal y corriente? Pues nada más lejos de la realidad. Alfred J. Kwak es todo un ejemplo de la audacia de los animadores Holandeses. El nazismo o el Apartheid se representaban de forma metafórica en una serie excelsa. Pocas animaciones tan rotundas podemos encontrar como aquella escondida tras la mirada de un dulce pato.