Se nos hace imposible imaginar al Capi sin su rostro. Desde que se puso el traje por primera vez, Chris Evans no ha conseguido más que darnos alegrías. Su trabajo como Capitán América resultaba esplendoroso hasta ese descomunal último instante en Vengadores: Endgame. El universo cinematográfico de Marvel no habría sido el mismo sin él. Curioso que su decisión inicial fuese la de rechazar un papel que terminaría llevándole a lo mas alto.
“Tenía un miedo enorme a perder el anonimato. Me decía que tenía una carrera que le permitia hacer los trabajos que le gustaban y salir a pasear al perro sin que nadie le molestase. Le aterrorizaba la idea de perder eso.”, confesaba Lisa Evans, la madre del actor
“Si quieres ser actor el resto de tu vida, interpretando este papel tendrás la oportunidad. Además, no tendrás que volver a preocuparte por el alquiler nunca más. Aceptar este personaje no te va a dificultar la vida, sino que te va a beneficiar”, le aconsejó su madre. De esta forma desaparecían las reticencias de Chris Evans a aceptar el personaje. Una sabía decisión de la que todos nos beneficiamos.