El cine moderno no podría entenderse sin la figura de Quentin Tarantino. El inefable director lleva casi tres décadas mostrando un talento fuera de lo común, lo que se refleja en cada una de sus películas. Hablar de pico creativo para este fenómeno es complicado, pero no vamos a negar que ese excelso díptico sobre la violencia titulado Kill Bill es nuestra obra favorita. Dos cintas para caerse de culo.
El día de su boda, una asesina profesional (Uma Thurman) sufre el ataque de algunos miembros de su propia banda, que obedecen las órdenes de Bill (David Carradine), el jefe de la organización criminal. Logra sobrevivir al ataque, aunque queda en coma. Cuatro años después despierta dominada por un gran deseo de venganza.
Así empiezan Uma Thurman y “La Novia” un viaje para poner las cosas en su sitio. Un argumento no demasiado original que, en manos de Quentin Tarantino, se convierte en un ejercicio cinematográfico y narrativo de altos vuelos. Pocas veces se puede disfrutar de trabajos tan audaces como los de las dos partes de Kill Bill. Planazo para hoy por cortesía de HBO Max y Movistar+.