Quiere volver, pero no al modo en el que desea Ridley Scott. ocas veces el terror y el suspense se han mezclado con tanto acierto y armonía. La tensión logra agarrotar cada músculo de nuestro cuerpo mientras caminamos entre el metal, cables y humo de los pasillos de la nave. Cada pequeño ruido es como un mazazo en nuestros maltrechos nervios y decadente aplomo. Y en medio de todo esa oscuridad, se alza la figura brillante de la suboficial Ripley, una Sigourney Weaver que construye a una heroína que perdurará para siempre en nuestras retinas. Si a esto añadimos que Ian Holm, John Hurt o Tom Skerritt secundan brillantemente a la protagonista, llegamos a la conclusión definitiva de que Alien, el octavo pasajero no es solo una de las mejores cintas de terror de la historia, sino una de las más grandes obras en general, independientemente del género.
Pese a que Ridley Scott sigue empeñado en lanzarse con dos secuelas más de Prometheus y a recuperar a una Sigourney Weaver rejuvenecida por CGI, lo cierto es que en Disney no parecen compartir la idea. Tampoco la propia actriz que estaría encantada de retomar su papel más emblemático, pero siempre con aquel proyecto de Alien 5 planeado por Neil Blomkamp y en el que se hacía como si las dos últimas entregas de la saga nunca se hubiesen rodado.
Tal y como publica Movieweb, Sigourney Weaver estaría luchando porque Alien 5 se hiciese realidad. El problema siguen siendo unas trabas por parte de Ridley Scott que parecen no terminar nunca. Veremos cómo termina el asunto.