Harlan DeGroat (Woody Harrelson) abre la puerta de su coche para vomitar, casi asfixia a su novia con un hot-dog y le da una tunda a un entrometido. Así empieza Out of the furnace, una película de cámara que gira en torno a la venganza, un tema muy tratado en el cine. Y aunque el conflicto de la trama tarda en llegar, el espectador ya sabe por dónde van a ir los tiros, nunca mejor dicho, al poco de empezar la película.
Christian Bale lidera un reparto de actores de prestigio. Al británico le encantan esta clase de papeles. Bale es Russell Baze, un estoico currante de un pequeño pueblo del noreste de Estados Unidos. Tal vez hizo algunas trastadas en el pasado, pero con su padre enfermo y su hermano un poco trastornado por la guerra de Irak, no le queda otra que asumir el mando de la familia.
Russell trata de bregar en un panorama desolador. La desindustrialización ha transformado su pueblo en una zona peligrosa. Paro, alcohol, drogas, peleas clandestinas, etc. Mientras Russell apura una cerveza, en la televisión Obama se prepara para la carrera a la presidencia. Y su hermano, soldado que ha estado en Irak se pregunta: “¿Qué ha hecho mi país por mí, después de todo lo que he hecho por él?“.
Out of the furnace, ya desde el propio título, nos anuncia sus intenciones morales. No todo Estados Unidos vive un desenfreno consumista tumbado al sol en una playa californiana. Muchos norteamericanos están condenados a vivir al margen. Y viviendo al margen y sin esperanza, pasan cosas… De esto también sabemos un poco en España.
Pero estamos siendo demasiado benevolentes con esta película. Sí, el escenario es ideal para presentarnos una historia sucia protagonizada por desarraigados fuera de la ley. Pero nada de lo que sucede en Out of the furnace se sale de la norma. Todo es muy convencional. El malo es muy malo. Y además es Woody Harrelson, siempre fino interpretando a perturbados. Pero no sorprende. Y mucho menos el resto de personajes.
Russell Baze (Bale) es un arquetipo que hemos visto demasiadas veces en el cine. Demasiado bueno, demasiado fuerte, demasiado desafortunado. Trata de que su hermano pequeño reconduzca su vida y a punto está de lograrlo. Pero no. Mientras se va de caza con su tío Sam Shepard (incomprensible el ¿homenaje? a la película El Cazador) Rodney (Casey Affleck) decide irse con Willem Dafoe para una última pelea…
La segunda parte de la historia mantiene un cierto interés, pero siempre asociado a los grandes actores que intervienen en la película. Porque lo que sucede ya lo hemos visto demasiadas veces y contado de la misma manera. La falta de ambición del guión es imperdonable.
El joven director Scott Cooper debutó con éxito gracias a Corazón Rebelde junto a Jeff Bridges. Esta es su segunda incursión en la dirección, interviniendo también en el guión. La lección que debe sacar para su siguiente proyecto es la siguiente: unos actores de prestigio no hacen bueno un guión vulgar.
En definitiva, Out of the furnace entretiene a ratos, sobre todo en los tiempos muertos, pero desfallece cuando se hace patente la falta de ambición de la trama. Otra venganza más. Esta, eso sí, en un escenario muy sugerente.
Lo Mejor: El escenario, la música. Woody Harrelson.
Lo Peor: Muy convencional. Falta de ambición.
Es Excelente!