Era un torrente imaginativo demasiado poderoso para el mundo. Cuando el nombre de Jim Carrey figura en los títulos de crédito de una cinta, automáticamente la seriedad y percepción de calidad de la obra se desploma. Gran error. Tras esa ensalada de muecas, se oculta un gran intérprete que, para más inri se embarca en proyectos con brillantes directores como son Peter Weir y Michael Gondry.
Precisamente el tándem Jim Carrey-Michael Gondry, que nos enamoró en Olvídate de mí, era el responsable de la serie Kidding, esa joya televisiva que nos ha devuelto la mejor versión del actor y del que, tras dos sensacionales temporadas, ahora toca despedirnos.
Efectivamente, Showtime ha decidido poner punto y final a Kidding, Mediante un comunicado oficial recogido por The Hollywood Reporter, la cadena agradecía a todos los implicados su sensacional esfuerzo y mostraba su orgullo por haber emitido semejante joya.
Sea como fuere, Kidding siempre tendrá un hueco en nuestros corazones por la inmensa maravilla que ha sido.