Estamos hartos de ver casos como el suyo. Nadie discutirá que Chris Hemsworth es un auténtico guaperas y que tiene músculos que ni sabíamos que existían. Desde que su fama comenzase a dispararse gracias a su papel de Thor en el universo cinematográfico de Marvel, muchos han querido centrarse en estas dos características de un tipo que, sin embargo, lleva años cerrando bocas por doquier.
Con 37 años recién cumplidos, Chris Hemsworth no deja de asombrarnos. El actor australiano ha demostrado ya algo que está al alcance de muy pocos: Es capaz de clavar todo tipo de papel. No hay género que se le resista. Evidentemente, es un portento del cine de acción. Sus películas en Marvel, las dos entregas de Blancanieves o Tyler Rake así lo demuestran. Pero claro, ahí no acaba la cosa ni de lejos.
En el corazón del mar, con su particular Moby Dick, empezaba a marcar un cambio de tercio. Había mucho más talento en ese actor de lo que nadie había imaginado. El James Hunt que se sacaba de la manga para Rush ahondaba en esa idea. El terror de La Cabaña del Bosque servía para ofrecer un nuevo abanico. Para colmo, resulta que la comedia se le da de fábula, tal y como dejaba claro en Cazafantasmas o Vacaciones.
Así las cosas, el mundo está en las manos de un Chris Hemsworth que podría empezar a reclamar premios con su próximo biopic de Hulk Hogan.