Parece que ya casi todo lo que hagan en Netflix va a ser un exitazo, independientemente de su calidad. Sin lugar a dudas, Maldita era una de las apuestas televisivas más esperadas del año. En la plataforma de streaming habían puesto una millonada sobre la mesa para desarrollar lo que prometía ser un nuevo fenómeno televisivo. Ingredientes no le faltaban a esta libre adaptación de la leyenda del Rey Arturo. Sin embargo, la decepción no podría ser mayor.
Maldita es un batiburrillo de ideas mal desarrolladas. Nada despierta nuestro interés lo suficiente como para entregarnos a los 10 episodios de los que consta su primera temporada. Nada es lo suficientemente bueno en una serie atropellada y de historia poco relevante. Una decepción en toda regla que, sin embargo, se ha convertido en uno de los productos más vistos de Netflix. Y es que, a pesar de que ser flojita (por ser generosos), lo cierto es que el público ha respondido por todo lo alto. Incluso se habla ya de una segunda temporada.
¿De qué va Maldita? Tras la muerte de su madre, Nimue emprende una expedición para encontrar a Merlín y entregarle una antigua espada, y halla un compañero inesperado en Arturo, un humilde mercenario. A lo largo de su viaje, Nimue se convertirá en símbolo de coraje y rebeldía contra los aterradores Paladines Rojos y su cómplice, el rey Uter.